Nota: Ayer revisando los miles de papeles que siempre guardo, encontre una hoja escrita como de segundo medio, cuando había taller literario con la actriz del 13 en el colegio. entre las pocas actividades que nos alcanzó a hacer, habia una que era escribir la importancia que tenia nuestros nombre en nosotros mismos, y estaba titulada "la importancia de llamarme----" Quise rescatarlo y ponerlo en mi blog que ha sufrido tanto el pobre con tantas leseras mías. No es de los mejores pero fue uno de los primeros.




La importancia de llamarme Rocío...
Creo que sí. Soy como el rocío. Cae en el amanecer del aire y de la luz, brillando y queriendo brillar para siempre. Aquél rocío, que endulza pero que busca aún más endulzar sus propias horas. Tan frágil de apariencia, pero arrasa el aire en el que cae fuertemente, como todo un ejército de hombres valientes. Así, la gota arrasa el aire y toda fuerza que impida su avance.
Un día de diciembre, abandoné mi regazo, y comencé a ser igual que una gota de rocío. Caía a través de lo azul, humediciendo el aire con mi embriagante calor.
Quemo horas y días, pero inevitablemente caigo y sigo cayendo inevitable y a veces vertiginosamente como aquel rocío, melódico, que rueda en cuerdas y tristes entonaciones, y así sueño que estas melodías arreglen la desgracia que sufre el aire de mis pies.
Caer, eso hago. Caigo, vivo y sigo cayendo. Pero ya tropiezo con mi fin; llego a lo verde y ya no me queda nada. Sólo quedo yo, mi nombre y mi sueño.




Nota 2 : Esto lo escribí hace tanto, que la gota de Rocío ya no queda sin nada al llegar a lo verde. Si quiere saber con qué quedó, pregúnteselo...