Quiero hipnopedia profunda






Cuando quiero huir, prendo la tele.
Cuando mi garganta se aprieta, prendo la tele para amordazar mis pensamientos, hacerles un desaire para absorverme en la morfina de un programa. El alivio momentaneo de pegarme a esta cajita mágica. Ser sombie de la tele, en vez de quedar como uno por tanto llorar. Hablo y hablo de enfrentar las cosas, pero a mi me cuesta tanto enfrentar mis propios ojos. En las veces que mi cuerpo se enfría y quedo somnolienta de dolor, o en que las lágrimas se burlan de mi rozando mis mejillas con cosquillas, quiero que me cubra el sueño y acurrucarme en su tibio sopor. Poner música para no sentirrme sola junto a los recuerdos, y así estos no se sienten libres para atormentarme, o simplemente largarse en un caballo (tan fácil conseguir uno) para llegar y echarme a descansar, acostada entre lo verde y lo azul del mundo, y ahí sacarme el corazón y el cerebro para dejar de sentir y pensar...
Ahora iré a ver tele.