El mundo tiene patas y camina , el ruido corre en las calles,
las voces se fugan den los labios soberbios , las hormigas pisotean el suelo,
el viento se arremolina y avanza. Todo camina.
Todo, menos yo... Sigo aquí, respirando, mirando, con un corazón latiente, pero estoy recostada en la nada,
inmovilizada por lo que captan mis sentidos. Las huellas deambulan dentro de mi cabeza, entumesiéndola,
dejándola dolorida. Todo camina, pero yo quedo inmovilizada, con un alma en estado vegetal, con ganas de huir de la cronología,
del reloj que sumba en el corazón. Huir de la debilidad, huir d emis pensamientos, huir para no regresar para alcanzar mi
tranquilida fugada desde hace mucho tiempo.
Todo camina, todo. Mi tranquilidad camina en dirección contraria a mi voz, al igual que la esperanza y la alegría, que se voltea y me da la espalda
dando felices brincos. Y tu también te fuiste para no volver jamás.!.
Asqueada y anegada por la desolación que cubre todo. Hunde hasta las profundidades congeladas.
1 comentario:
Cuando observas, y convives, y compartes, y te das cuenta que tanto es lo que desconoces...
Pero la desolación no lo cubre todo, hay que redescubrir, buscar, o simplemente encontrar, hay algo más, abajo las profundidades, muchas cosas tienen su opuesto, el abismo lo tiene, porque sé que no es infinito.
Yo confío en tí, porque eres grande, no eres Sansón, pero sí algo mejor que eso.
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